Comprender los tipos de errores refractivos y cómo conducen al desarrollo del ojo vago

Los errores de refracción se encuentran entre los problemas de visión más frecuentes. Cuando la forma o el tamaño del ojo impide que la luz se enfoque directamente en la parte posterior del ojo (retina), se desarrolla una condición conocida como error refractivo, que puede causar visión borrosa, entre otros síntomas. El riesgo es mayor si los defectos refractivos son hereditarios. 

Cualquiera de los siguientes factores, o una combinación de ellos, puede causar un error de refracción:

• una alteración en la forma o el tamaño del ojo
• una superficie del ojo que es inherentemente más o menos inclinada
• Si la córnea es más gruesa o más estrecha de lo habitual
• Si el ojo es demasiado largo o corto

Un examen ocular general puede detectar muchos tipos de errores refractivos del ojo. Algunos de los métodos más utilizados son medir la visión a distancia con una prueba de agudeza visual, una prueba de refracción para determinar la graduación adecuada de las gafas o un examen con lámpara de hendidura para evaluar las estructuras del ojo.

Los errores refractivos no corregidos son causados por una variedad de razones tales como la falta de conocimiento del problema, la incapacidad de identificarlo a nivel individual y familiar, la falta de accesibilidad a los servicios de atención oftalmológica pediátrica o el coste de la consulta.

Ambliopía y/o estrabismo Puede ser causado por defectos refractivos no tratados. Un aumento de la anisometropía y un error refractivo hipermetrópico aumentan la probabilidad de que se desarrolle ambliopía. Desafortunadamente, no existe un umbral de error refractivo específico por debajo del cual el desarrollo de ambliopía sea imposible y por encima del cual se garantice que se produzca ambliopía.